Es la última protesta que refleja el creciente enojo y frustración por el aumento de la violencia mientras las pandillas intentan tomar el control total de Puerto PrÃncipe.
“Lo único que el pueblo haitiano pide es seguridad”, expresó Eric Jean, un conductor de autobús de 42 años con una gran bandera haitiana atada alrededor de su cuello.
"Estamos perdiendo más barrios, más personas están muriendo, más personas están huyendo de sus hogares", añadió.
También se unió a la protesta Marc Étienne, quien culpó a las pandillas de saquear su pequeño negocio y dejarlo sin hogar. El hombre de 39 años ahora vive en un campamento improvisado como decenas de miles de otros que se vieron obligados a huir de sus hogares después de que las pandillas arrasaran sus comunidades.
Étienne pidió un nuevo gobierno mientras culpaba a los lÃderes actuales por la violencia continua y el aumento en el número de niños que se unen a las pandillas.
"Haità no puede ser gobernado entre amigos", expresó. "La ciudad está muriendo porque el (consejo) no está haciendo nada para mejorarla".
Un compromiso para luchar contra las pandillas
La manifestación del domingo se produce un dÃa después de que cientos de personas se reunieran en Puerto PrÃncipe para honrar a varios lÃderes comunitarios asesinados en recientes enfrentamientos con pandillas.
"¡Libertad o muerte!" gritaron los dolientes el sábado mientras los lÃderes del barrio Canapé-Vert ingresaban a un pequeño estadio donde se llevó a cabo el memorial.
Videos publicados en redes sociales mostraron a los lÃderes portando armas automáticas y vistiendo camisetas negras con imágenes de los fallecidos. Muchos llevaban pasamontañas para cubrirse el rostro y protegerse de posibles represalias de las pandillas.
Vestidos de blanco, los dolientes levantaron los puños y alzaron las manos en el aire mientras un hombre en el escenario rugÃa en creole: "¡La sangre no se va a derramar en vano! ¿La lucha es qué?"
"¡Apenas comienza!" respondió la multitud al unÃsono.
El hombre no identificado en el escenario manifestó que la comunidad nunca olvidará a los lÃderes asesinados mientras condenaba la violencia de las pandillas. "La gente está muriendo, y ni siquiera saben por qué están muriendo", manifestó.
Canapé-Vert es uno de los pocos barrios que aún no ha caÃdo en manos de las pandillas que controlan al menos el 85% de la capital. También es conocido por tener una de las organizaciones vecinales más poderosas de Puerto PrÃncipe, liderada en parte por policÃas frustrados.
A principios de abril, los lÃderes de Canapé-Vert organizaron una gran protesta que se volvió violenta mientras también exigÃan que el primer ministro de Haità y su consejo presidencial de transición renunciaran.
Ataques de ‘naturaleza indiscriminada y brutal’
La manifestación del domingo y otras protestas recientes han denunciado la crisis creciente del paÃs, con más de 1,600 personas asesinadas y otras 580 heridas de enero a marzo.
A mediados de marzo, cientos de personas armadas con palos y machetes, acompañadas por miembros de una brigada ambiental armada, expulsaron con éxito a más de 100 presuntos miembros de pandillas que habÃan tomado el control de una escuela católica, según un nuevo informe emitido por la misión polÃtica de la ONU en HaitÃ.
Pero la expulsión es solo una de un puñado de luchas exitosas contra poderosas pandillas respaldadas por ciertos polÃticos y parte de la élite de HaitÃ.
El año pasado, más de 5,600 personas en todo Haità fueron asesinadas, según la ONU.
La violencia de las pandillas también ha dejado a más de un millón de personas sin hogar en los últimos años.
En los últimos meses, hombres armados han atacado barrios que antes eran pacÃficos en Puerto PrÃncipe, lo que les darÃa fácil acceso a Pétion-Ville, un área residencial donde se encuentran bancos, embajadas y otras instituciones.
En un ataque en febrero en Delmas 30, hombres armados "dispararon indiscriminadamente contra la población en el barrio, matando a 21 hombres e hiriendo a otros ocho", según el informe de la ONU.
En un ataque separado en un barrio cercano donde se encuentra la embajada de Francia, al menos 30 personas fueron asesinadas, muchas de las cuales viajaban en pequeños autobuses coloridos conocidos como tap taps, según el informe.
Otras vÃctimas incluyen al menos 15 personas que eran familiares de policÃas.
Las pandillas también han atacado múltiples comunidades en la región central de Artibonite en HaitÃ, matando a adultos y niños pequeños mientras huÃan.
"La naturaleza indiscriminada y brutal de algunos de estos ataques muestra la estrategia de las pandillas para sembrar el pánico y reducir la resistencia de la población local", según el informe de BINUH.
Mientras tanto, la PolicÃa Nacional de HaitÃ, reforzada por una misión respaldada por la ONU liderada por la policÃa keniana, ha luchado en su combate contra las pandillas, ya que la misión sigue sin fondos suficientes y con poco personal, con solo 1,000 efectivos de los 2,500 previstos.
En un esfuerzo por reprimir a las pandillas, el gobierno de Estados Unidos designó oficialmente el viernes a Viv Ansanm, una poderosa coalición de pandillas, y a Gran Grif, la pandilla más grande que opera en la región central de HaitÃ, como organizaciones terroristas extranjeras.
Los crÃticos advierten que la medida podrÃa afectar a las organizaciones de ayuda que trabajan en Haità en un momento crÃtico, ya que muchas se ven obligadas a negociar con las pandillas para suministrar a las personas bienes básicos, incluidos alimentos y agua.