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Líderes del sureste de Asia sostienen su cumbre anual esta semana sin Myanmar, cuyas fuerzas armadas tomaron el poder en un golpe de Estado en febrero.
Myanmar protestó con actitud desafiante la exclusión de su gobernante, el general sénior Min Aung Hlaing, de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés).
Brunei, que actualmente preside el bloque de 10 naciones, será la sede de las reuniones de tres días que inician a partir del martes, aunque en video debido a preocupaciones por el coronavirus. A las discusiones se sumarán el presidente estadounidense Joe Biden y los mandatarios de China y Rusia, y se espera que entre los asuntos se destaquen la crisis de Myanmar y la pandemia de COVID-19, así como temas económicos y de seguridad.
La sanción sin precedentes impuesta por la ASEAN a Myanmar se aleja de sus principios fundamentales de no interferencia en los asuntos internos de sus miembros y de toma de decisiones por consenso. Myanmar acusó a la ASEAN de violar esos principios al excluir a su líder de la cumbre.
El grupo regional tiene muy pocas opciones alternas dado que la intransigencia del general podría llevarle a ser considerada un refugio diplomático para tiranos.
La ASEAN (del inglés, Association of South East Asian Nations) está integrada por Brunei, las Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam.
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