Dos venezolanos a quienes se les ocupó un fusil M-16 y una pistola Glock, presuntamente de manera ilegal, figuran como también como miembros de una red criminal transnacional que se dedica a la trata de personas por medio de explotación sexual, desarticulada a través de la Operación MC Girasol.
Se trata de Jhorman Dereck Cortés Solano, de 33 años, y Mario José May Mendoza, quienes fueron detenidos mientras se desplazaban en un vehÃculo Hyundai, blanco, en el sector Ensanche Naco, Distrito Nacional.
Conforme con la PolicÃa Nacional, al momento del arresto a los venezolanos, estos carecÃan de la documentación legal que respaldara su porte o tenencia de las armas de fuego.
En junio pasado, el juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional, habÃa dictado tres meses de prisión preventiva en contra de Cortés Solano, mientras que en cuanto a May Mendoza, le impuso el pago de una garantÃa económica de 500 mil pesos, impedimento de salida del paÃs y presentación periódica.
Por el caso MC Girasol también fue vinculada, Michelle Carolina Gutiérrez Ruiz, a quien se le impuso tres meses de prisión preventiva como medida de coerción, tras el tribunal acoger la petición de los fiscales de la ProcuradurÃa Especializada contra el Tráfico IlÃcito de Migrantes y Trata de Personas (PETT)
Los imputados fueron arrestados, luego de que el Ministerio Público rescatara a tres vÃctimas de nacionalidad extranjera, quienes manifestaron al órgano persecutor que estaban encerradas, mientras recibÃan maltrato fÃsico y emocional; además, eran obligadas a sostener relaciones sexuales a cambio de dinero, con diferentes clientes que visitaban el lugar donde se encontraban y en contra de su voluntad.
Las investigaciones también han revelado, que las vÃctimas eran obligadas a vender y distribuir sustancias narcóticas entre los clientes de esta red criminal.
En su método de operación, la referida red se dedicaba captar vÃctimas para tráelas al paÃs bajo la promesa de conseguirles diferentes tipos de trabajo, y una vez aquÃ, se les informaba que habÃan contraÃdo una deuda de cuatro mil dólares, que debÃan pagar brindando servicios sexuales a clientes que lo solicitan, siendo además ofrecidas por medio de catálogos digitales a través de la red social WhatsApp.