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Al arribar hoy a 23 años de haberse puesto en marcha el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), uno de sus creadores, Arismendy Díaz Santana, entiende que el sistema está a la mitad de camino de las metas prometidas.
Señala que dos décadas después todavía existen insuficiencias, desigualdades e insatisfacciones, debido al retraso de las reformas estructurales dispuestas por la Ley 87-01.
Indica que la ausencia de un Plan Básico de Salud (PBS) y de la atención primaria generan un desequilibrio financiero que acentúa el gasto familiar de bolsillo; crece la brecha entre la cápita contributiva y la subsidiada; hay elevada tasa de mortalidad, así como rechazos y retenciones de pacientes y cadáveres.
Agrega que las pensiones serán muy bajas, con una tasa de reemplazo de apenas el 35% para una cotización completa.
“Alrededor del 85% de los trabajadores dominicanos recibirán una pensión mucho menor, debido a los años de aportes insuficientes. Continúa la falta de voluntad política, el afán de lucro desmedido, el clientelismo, la corrupción y las debilidades institucionales”.
Díaz Santana, presidente de la Fundación Seguridad Social para Todos, emite sus consideraciones en un artículo titulado “El SDSS en un punto de inflexión”.
Destaca que 23 años después, el SDSS ha agotado una primera etapa con importantes avances cuantitativos, pero a un costo elevado en gasto de bolsillo y en pensiones insuficientes.
“El Sistema está en un punto de inflexión en el cual, para evitar un retroceso y fortalecerlo, es imprescindible iniciar la etapa cualitativa, basada en las reformas previstas en la Ley 87-01”, señala.
En su opinión, el impacto de la Ley 87-01 debe medirse desde dos grandes dimensiones, como son los avances con relación al viejo Seguro Social y los logros obtenidos, versus las metas prometidas y demandadas por los dominicanos.
Dice que existe un crecimiento sostenido de la cobertura y del acceso a los servicios de salud, pasando de apenas el 6.0%, a más del 96% de la población, incluyendo a las familias más humildes, con aumento a un millón de pesos a los medicamentos de alto costo y a dos millones contra el cáncer.
También, elevación del límite de las medicinas ambulatorias a 12,000 y más de 100 nuevos fármacos y procedimientos. Agregó que el patrimonio de los trabajadores se ha multiplicado más de 10 veces, pasando de sólo 120,341.4 millones de pesos al 2010 a 1,213,344.0 millones al 2023. La cuenta de capitalización individual ya está cerca del millón de millones de pesos, representando el 79.3% del patrimonio total. Entiende que en materia de salud es posible elevar a un 90% la satisfacción de los afiliados, sin necesidad de modificar la Ley 87-01.
Esa declaración fue a propósito de conmemorarse, el 7 de abril, el Día Mundial de la Salud, que este año adoptó el lema “Mi salud, mi derecho”.
La fecha fue aprovechada por organizaciones vinculadas al sector salud para llamar la atención sobre la necesidad de garantizar un acceso universal a los servicios que garanticen la salud.
