Apenas tres días antes del discurso el primer ministro haitiano de facto, Ariel Henry, entrada la madrugada de ayer jueves, Estados Unidos y la jefa de la misión de la Naciones Unidas en Haití dieron, en separado, su apoyo “inquebrantable” a su continuidad en el poder hasta la celebración de nuevas elecciones.
Henry, vapuleado por protestas populares diarias que exigen su renuncia, advirtió en un mensaje a su país que “un gobierno de transición no puede reemplazar a otro gobierno de transición”, y que sólo se irá del poder “una vez que el problema de la inseguridad comience a resolverse”.
Eso fue justo lo que días antes había declarado el encargado de negocios de Estados Unidos en Haití, Eric Stromayer, durante una entrevista para la estación Caribbean FM, y luego reforzado por la responsable de la oficina de la ONU en Puerto Príncipe, María Isabel Salvador.
En un mensaje audiovisual de menos de 10 minutos colgado en varias plataformas mediáticas, Ariel Henry advirtió de que no cederá a presiones ni entregará el poder a corto plazo.
Visto en detalles el discurso de Henry, parece poco probable que haya tomado, sin consulta a altos niveles, tan arriesgados propósitos en un país sacudido por una tensión social y política a su más alto grado, a riesgo de crear descontento y rechazo de la denominada comunidad internacional.
Por eso, llama la atención que a unos días antes de su intervención, el encargado de negocios de Estados Unidos en Haití, Eric Stromayer, durante una entrevista para la estación Caribbean FM, le haya renovado el apoyo “inquebrantable” de su país.
El diplomático fue más gráfico al declarar que Ariel Henry se irá “después de las elecciones”, a la vez que invitó a todos los actores haitianos a dialogar con él para alcanzar “unas elecciones honestas y creíbles”.
Esto también concuerda con palabras de Henry, cuando dijo: “Creo que ha llegado el momento de que nos pongamos a pensar juntos para salvar a Haití, para hacer las cosas de otra forma en nuestro país”.
También, en la víspera de su alocución, la jefa de la misión de la ONU en Haití, María Isabel Salvador, aseguró que “un gobierno de transición no puede, bajo ninguna circunstancia, sustituir al de Ariel Henry”.
Por igual, las declaraciones de la funcionaria de Naciones Unidas afinan con el discurso de Henry, cuando estableció que “un gobierno de transición no puede reemplazar a otro gobierno de transición”.
Henry pidió calma a sus conciudadanos en todas las ciudades del país que se han levantado para pedir su salida del poder, tras haber expirado la fecha del 7 de febrero cuando, según acuerdo del 21 de diciembre de 2022, debió abandonar el cargo y pasar el mando a los cargos electos.
En otro parte de su mensaje, su pedido de calma colisionó contra los deseos de cambio que anhelan miles de ciudadanos que han tomado las calles para exigir abandonar el poder, imputándolo por el agravamiento de los problemas que vive ahora el país.
La posibilidad de que el grupo que dirige el país al margen de la constitución logre apaciguar a la gente no tiene sentido, porque Ariel Henry dijo claramente en su discurso que no habrá transición por ahora, porque “dos gobiernos de transición no pueden sucederse”, sin siquiera dejar una pizca de rastro de cuando esto podría ocurrir.
Pero la lejanía de esas elecciones es otra punta de clavo en esta nueva fase de crisis, porque el político y neurocirujano aspira a que esto ocurra “una vez que el problema de la inseguridad comience a resolverse”.
Será entonces, precisó, “cuando lanzaremos el proceso electoral, para darle al pueblo haitiano la oportunidad de elegir a sus líderes a través de buenas elecciones”.
Aprovecho para lanzar fuertes críticas a los adversarios que reclaman su salida inmediata del poder, indicando que "quien rechaza esta dinámica democrática que debe conducir a competiciones electorales, eligiendo la violencia, la destrucción y el asesinato para tomar el poder, no actúa en interés del pueblo”.
"Los haitianos no deben elegir al oponente equivocado", advirtió, y en una muestra de acercamiento aseguró que ”la policía y el gobierno no son adversarios de la población”.
Henry ha apelado a la la “unidad y al diálogo” entre todos los sectores del país, con miras a sacar a Haití del estancamiento político, justamente lo que fue base del ambicioso Acuerdo de Montana del que fue consignatario en diciembre de 2022, pero que luego echó por tierra, hasta hacerlo fuente de la crisis que hoy vive ese país.
SILENCIO SOBRE MUERTE DE AGENTES DE LA BSAP
En la parte inicial de su breve alocución, Ariel Henry expresó sus condolencias a las víctimas de los últimos actos de violencia en el país, pero en ningún momento se refirió al asesinato de cinco agentes de la Brigada de Vigilancia de Áreas Protegidas (BSAP) en una emboscada tendida por la policía en Petion-Ville.
Ser trata de los agentes de la Brigada, identificados como Zéphyrin Daniel, Mackendy Veillard, Dorvil Jean Fontange, Chrisner Désir y Clersaint Thomas, partidarios del ex líder rebelde Guiy Philippe.
Además de la muerte de estos agentes, la policía detuvo a sus campaneros Hervé Lanio, Paul Sindia y Clerty Clernius, y se informó de la incautación de un rifle M-4, dos rifles calibre 12, un rifle M-14, una pistola calibre 9 milímetros un revólver calibre 38.