El miembro de la ADP subrayó que las suspensiones de docencia son un último recurso ante las falencias de la institución que dirige Hernández, destacando que problemas estructurales, como la falta de mantenimiento de infraestructuras escolares y el nombramiento insuficiente de personal docente, agravan la situación.
“Si el Minerd cumpliera con el rol que le corresponde con entregar los recursos de descentralización, con la intervención de los centros educativos en materia de infraestructura, con el nombramiento del personal docente que se necesita, no fuera necesario tener que recurrir a la suspensión de docencia”, enfatizó.
EL PEPEL DE LAS FAMILIAS
Por otro lado, Jaime Tolentino, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres, Madres y Amigos de las Escuelas (APMAE), coincidió en parte con el análisis del ministro, enfatizando que las familias enfrentan barreras para involucrarse plenamente en los centros educativos
“El ministro tiene razón en parte porque está vinculada un poco la familia, pero no se le permite accionar dentro de los centros educativos, y eso es una agravante”, expresó.
Tolentino también expresó preocupación por el impacto de los paros docentes en el calendario escolar. “Cuando hay paro de docencia, nosotros perdemos meses de docencia, y hay cierta cantidad de horas para lograr los objetivos. Si no se cumplen, no vamos a avanzar en la educación de este país”.
Asimismo, hizo un llamado al Minerd a tomar medidas drásticas contra los docentes que no cumplan con su labor.
“El Minerd tiene que apretar más la muñeca y sancionar a quien tenga que sancionar. De lo contrario, así la educación no va a avanzar”, dijo.
Para fortalecer el rol de las familias, Tolentino anunció la realización de un Congreso Nacional de Familia, que buscará orientar a los padres sobre cómo apoyar la educación de sus hijos.