La mañana de este lunes, el exsecretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, abordó temas relacionados con la democracia, la transparencia y el impacto de la tecnología en la gobernanza en una conferencia en el país titulada “Cuatro años después: La llamada política, tecnología e innovación gubernamental”.
Durante su participación, que tuvo lugar en el Salón Gran Piantini, del JW Marriott, y que fue moderada por José Gómez Canaan "Jochi", Pompeo subrayó la importancia de la tecnología como una herramienta crucial para la seguridad nacional, al tiempo que advirtió sobre los riesgos que surgen cuando se permite que la desinformación socave la confianza pública.
Dijo que “no puede ser un líder gubernamental de ningún país del mundo hoy si no comprende la intersección entre tecnología y gobernanza”.
Según él, la tecnología está redefiniendo la forma en que los gobiernos operan, pero también presenta nuevos desafíos relacionados con la desinformación.
“Todos tenemos la responsabilidad de llevar información exacta y fomentar un intercambio robusto sobre lo que la gente piensa”, sostuvo.
Pompeo destacó cómo en Estados Unidos la implementación de sistemas avanzados de tecnología ha sido clave para mejorar la seguridad en esa nación.
En el caso de República Dominicana, reconoció el potencial que el país tiene para innovar en tecnología y cómo esa innovación podría ser clave no solo para su desarrollo interno, sino también para la colaboración con otros países.
Afirmó, al ser cuestionado por José Gómez-Canaan "Jochi" sobre qué hacer cuando se está en situaciones de mala interpretación o mal entendimiento de las nuevas tecnologías y “que vienen de sectores resistentes”, que las teorías de conspiración “son divertidas para algunos, pero dañinas para muchos”, y que es responsabilidad de los gobiernos y las empresas tecnológicas responder rápidamente cuando surgen narrativas falsas.
“No lo puedes apagar ni detener, pero cuando una narrativa comienza a ganar arrastre y subir, hay que responder rápidamente, con la verdad, con exactitud y poner la información en las personas en las que el público confía. Hay que contraatacar con transparencia y mucha información porque no saben, no tratando de apagarlo”, agregó.
Fue enfático al señalar que combatir la desinformación no es solo tarea de los gobiernos, sino que requiere un esfuerzo colectivo que incluya al sector privado y a los medios de comunicación.
“No se trata de insultar a la gente o decirles que son estúpidos por creer en algo falso, sino de ofrecerles transparencia y claridad”, subrayó.
Se refirió también al papel del periodismo, haciendo un llamado a fortalecer el periodismo investigativo como una herramienta esencial para la rendición de cuentas.
Según él, los medios tienen la responsabilidad de fiscalizar a los gobiernos y las empresas, especialmente en un contexto donde la tecnología está redefiniendo las fronteras de la seguridad y la privacidad.
“Un buen periodismo investigativo puede sacar a la luz la corrupción y los abusos de poder”, afirmó.
Instó a los líderes a priorizar la confianza pública en un mundo cada vez más digitalizado.
“El activo más importante que un líder tiene es su reputación. Si la confianza se pierde, todo se pierde”, dijo.