Las estaciones de radio en Haità se llenaron de llamadas pocas horas después de que un tribunal de Kenia bloqueó el despliegue de una fuerza multinacional para ayudar a combatir las bandas en el conflictivo paÃs caribeño. Muchos se preguntaban y querÃan saber qué va a pasar ahora, pero pocos los saben.
La incertidumbre y el miedo no han hecho más que propagarse desde el fallo del viernes, mientras la violencia alcanza nuevos récords a medida que las pandillas refuerzan su control sobre la capital, Puerto PrÃncipe y más allá.
"A falta de una misión externa robusta que sea desplegada muy próximamente, estamos frente a un escenario bastante trágico en HaitÃ", advirtió Diego Da Rin, de International Crisis Group.
En las últimas semanas las bandas, que se estima que controlan el 80% de la capital haitiana, han atacado y tomado comunidades que antes eran pacÃficas, matando e hiriendo a docenas de personas lo que hace temer que pronto controlen la totalidad de Puerto PrÃncipe.
El número de personas asesinadas el año pasado en Haità se duplicó con creces hasta casi 4.500 y los secuestros reportados aumentaron en más de un 80% rondando los 2.500, de acuerdo con las estadÃsticas más recientes de la ONU.
Actualmente la PolicÃa Nacional de Haità está perdiendo agentes "a un ritmo alarmante" y los que siguen en activo están desbordados por las bandas, indicó un reporte de la ONU publicado esta semana. Más de 1.600 efectivos dejaron el departamento el año pasado y otros 48 murieron.
Además, los equipos enviados por la comunidad internacional para ayudar a reforzar el infradotado departamento se han deteriorado debido a los intensos combates con las pandillas. Solo 21 de los 47 vehÃculos blindados estaban operativos a mediados de noviembre, y 19 presentaban "graves daños por las operaciones contra las bandas o están averiados", apuntó el reporte de la ONU. Los siete restantes "están permanente inutilizados", agregó.

"La situación se ha desbordado. Basta ya", dijo un hombre que se identificó como el pastor Malory Laurent en una llamada a Radio Caraibes para desahogarse tras conocer el fallo del viernes. "Cada dÃa sientes que no hay esperanza".
El gobierno de Kenia dijo que recurrirá la decisión. Pero no estaba claro cuánto podrÃa demorarse y si otros paÃses que se comprometieron a aportar contingentes más pequeños a la misión internacional considerarÃan la posibilidad de actuar en solitario. Entre ellos están Bahamas, Jamaica, Belice, Burundi, Chad y Senegal.
"Todo lo que diré en este momento es que este es un gran revés para el pueblo de Haità que anhela un paÃs estable en el que vivir", dijo Roosevelt Skerrit, primer ministro de Dominica y exjefe del bloque comercial caribeño, Caricom, que ha enviado delegaciones a Haità para tratar de resolver los disturbios. "La decisión del tribunal de Kenia justifica una reunión de emergencia de los amigos de Haità para determinar el plan B junto al pueblo haitiano".
Ni el primer ministro de Bahamas, Philip Davis, ni la oficina del primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, respondieron una solicitud de comentarios.
Hugh Todd, ministro de Exteriores de Guyana, dijo a The Associated Press que es probable que el bloque comercial se reúna pronto para discutir las implicaciones del fallo mientras espera la reacción de Jamaica.
"Tendremos que ver si hay algún espacio legal para que podamos operar", señaló refiriéndose a otras posibles vÃas legales para que Kenia y sus socios sigan adelante con el plan.
Los funcionarios de Naciones Unidas no realizaron comentarios desde la decisión judicial.
Edwin Paraison, un exdiplomático haitiano y director ejecutivo de una fundación que busca reforzar los lazos entre las vecinas Haità y República Dominicana, dijo que le sorprenderÃa que los lÃderes internacionales no tuviesen un plan alternativo.
El fallo, sin embargo, permitirÃa a Haità aplicar sus propias soluciones contra la violencia, agregó apuntando que cree que tiene recursos suficientes.