“Todo el que viene a verte trae, por lo menos, si tiene mi nivel, tres listas. Una que es la que te da la CIA, que esa tiene a cuatro, cinco o seis mil presos; otra que es la de los españoles de origen que creen que tienen derecho a que yo los defienda, aunque tú no admites la doble nacionalidad, por tanto no admites que sean españoles, pero me preocupo por ellos, y después, la lista de los que yo considero que sean presos políticos”, narró González, recreando una conversación con el revolucionario que dirigió la República de Cuba desde el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959 hasta el 24 de febrero de 2008, cuando renunció y pasó el poder a su hermano, Raúl.
Los presos de Fidel
Por lo que deja saber el relato, el nombre de Eloy Gutiérrez Menoyo, uno de los comandantes de la Revolución Cubana desde 1959 hasta 1961, quien estuvo 20 años encarcelado en el país caribeño, salió a relucir de forma automática de la boca del guerrillero cuando González intentó explicarle a quiénes percibía como “presos de conciencia”.
“... y algunos son, «Gutiérrez Menoyo», me dice”, continúo González recreando la plática, “algunos son presos de conciencia, pero no presos de conciencia normales, este, Gutiérrez Menoyo, es preso de tú conciencia, de la tuya Fidel”, aseguró haberle dicho, lo que provocó que el dictador se pusiera “como un tigre”, según sus palabras.
En la conversación, el socialista español mencionó que se dio en unos cayos cubanos, en compañía del escritor colombiano Gabriel García Márquez y el pintor Oswaldo Guayasamín, de Ecuador, ambos reconocidos como amigos de Fidel.

El líder socialista español, Felipe González, intercambia con Juan Eduardo Thomas, Manuel Corripio y Miguel Franjul
La iniciativa de hablar de los presos por contradecir al gobierno revolucionario, González señaló que surgió del mismo Fidel cuando le preguntó: “¿Cuándo me vas hablar de los presos?”, a lo que él le respondió: “¿de qué presos?”.