El fenómeno de las multitudes fuera de control, que se ha registrado en los últimos años en República Dominicana, tiene en común las riendas sueltas a la diversión, las búsquedas desenfrenadas de fiestas en donde la adrenalina no tiene límites y la presencia, en algunos casos, de algún exponente de música urbana.
Lo sucedido la noche del sábado, en la Zona Colonial, casco histórico y turístico de Santo Domingo, que ha dejado perpleja a una parte de la población, tuvo como motivo una tradicional “fiesta de Halloween”, que cada año se realiza en esta zona turística, pero que esta vez se salió de control, provocando serios daños al lugar y teniendo las autoridades que intervenir.
El lunes, la vicepresidente de la República, Raquel Peña, anunció que se realizará una “exhaustiva” investigación, encabezada por el director de la policía, Eduardo Alberto Then.
Peña dijo que el ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez (Chu), así como el Ministerio de Turismo, la Alcaldía del Distrito Nacional y otras instituciones se reunirán para aportar de manera positiva en el área donde ocurrió el incidente.
Lo cierto es que lo sucedido la noche del sábado en la Zona Colonial es lo que se vive a diario en muchos barrios y campos en todo el país.
La populosa calle “La 42”, del ensanche El Capotillo, se estableció como el referente, y donde medios de comunicación, autoridades gubernamentales y figuras del entretenimiento le han hecho una especie de apología al sector y a los desenfrenados “teteos” que se registran cada noche.
Hace apenas meses los medios de comunicación y las mismas autoridades resaltaron las bondades que ofrecían los llamados “teteos” en el sector Capotillo, pero no se trabajó en algún un proyecto social que verdaderamente ayude a la juventud, la niñez y todos los habitantes del lugar.
El pasado sábado, el desorden tocó las puertas y ocupó las calles de un emblemático sector turístico, por lo que entonces hubo una voz de alarma para castigar a los responsables, no así para corregir dicha situación que acontece en toda la media isla.
“La calle 42 del sector Capotillo se ha convertido en un epicentro de diversas manifestaciones artísticas. Y quienes han sacado el mayor provecho del entorno han sido los urbanos. Incluso, los exponentes locales se han dado el lujo de traer a colegas extranjeros, que vienen a vivir la experiencia que ofrece la zona para ambientar sus producciones audiovisuales.