BUENOS AIRES.- Sindicatos alineados con el Gobierno de Argentina coparon este miércoles el centro de Buenos Aires para mostrar su apoyo al Ejecutivo ante los «especuladores» pero también para reclamarle al presidente Alberto Fernández que frene la inflación que licua los ingresos de los argentinos.
La Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera del país y dominada por líderes sindicales peronistas, realizó una masiva concentración en la capital contra la «especulación» y los «formadores de precios», a los que responsabilizó de la elevada inflación que sufre Argentina, del 71 % interanual en julio pasado.
Esta fue la primera manifestación liderada por la Confederación General del Trabajo (CGT) en los tres años de la presidencia de Fernández. De históricos lazos con el peronismo, la entidad aclaró que la convocatoria callejera no era contra el gobierno, aunque sí hizo un llamado de atención por la falta de medidas efectivas para frenar el alza de precios.
El líder del gremio de camioneros, Pablo Moyano, trató de “delincuentes” a los empresarios más poderosos del país nucleados en la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y le pidió al presidente Fernández “poné lo que tenés que poner, sentá a estos tipos, aplicá lo que tengas que hacer. No podemos seguir con este nivel de inflación”.
La inflación de julio fue de 7,4% en tanto que la tasa interanual escaló a 71%, lo que sitúa a la Argentina como uno de los países con mayor inflación en el mundo.
Los analistas proyectan para 2022 un alza de precios superior al 90% y no se descarta que llegue a los tres dígitos si el gobierno no acierta con las medidas tras el cambio en el Ministerio de Economía.
“Vamos a seguir en la calle defendiendo al gobierno pero también denunciando a estos hijos de…(término soez) que le sacan un plato de comida a los trabajadores”, desafío el sindicalista Moyano durante un breve discurso en un escenario improvisado en plena calle.
El dirigente camionero también le reclamó al gobierno “un bono para los compañeros que no llegan a fin de mes” y que mantenga abiertas las paritarias, el mecanismo para la negociación de salarios entre sindicatos y empresarios con la mediación del Ministerio de Trabajo.
La suba de precios -particularmente en los alimentos- está agudizando la pobreza que ya afecta a cerca de 40% de la población, de unos 47 millones de habitantes, al tiempo que erosiona los salarios de los sectores medios.
La cámaras patronales sostienen que su margen de ganancia es ínfima por la carga impositiva y los salarios y que la inestabilidad económica vuelve inviable cualquier plan de inversión.