Sao Paulo. La vida del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha dado un giro de 180 grados en apenas siete meses: de estar condenado por corrupción a ser libre de toda sospecha y convertirse en el máximo favorito para las elecciones de 2022.
El lÃder polÃtico más carismático del paÃs, sÃmbolo de la izquierda latinoamericana, articula entre bambalinas la que será su séptima candidatura presidencial a sus casi 76 años de edad.
Asegura que se siente con la energÃa de un treintañero para seguir dando batalla en el complejo ajedrez polÃtico brasileño, que conoce a la perfección.
El exmandatario aún mantiene el misterio sobre su candidatura por el Partido de los Trabajadores (PT), consciente de que los tiempos polÃticos juegan a su favor con un Bolsonaro cada vez más impopular.




