El presidente estadounidense Joe Biden tuvo su primera conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin ayer martes, mencionando preocupación por el arresto del lÃder opositor Alexei Navalny y presionando a su contraparte sobre el involucramiento del paÃs en una masiva campaña de ciberespionaje y recompensas por la muerte de soldados estadounidenses en Afganistán, dijeron dos altos funcionarios en Wasnington.
Retórica amigable
Biden trata de establecer una clara separación de la retórica amigable mostrada a menudo hacia Putin por su predecesor Donald Trump. Pero el presidente trató también de dejar espacio para la diplomacia, diciéndole al lÃder ruso que los dos paÃses deben finalizar una extensión de cinco años de un tratado de control de armas antes de que expire a inicios del mes próximo, de acuerdo con los funcionarios que estaban familiarizados con el asunto pero no estaban autorizados a discutirlo públicamente.
A diferencia de Trump, Biden no ha buscado un reajuste de las relaciones con Rusia sino que ha indicado que quiere manejar las diferencias sin necesariamente resolverlas ni mejorar los lazos. Y, con una cargada agenda nacional y decisiones pendientes sobre Irán y China, una confrontación directa con Rusia no es algo que esté buscando.
Moscú solicitó la semana pasada la llamada con Biden, de acuerdo con los funcionarios. Biden aceptó, pero querÃa primero prepararse con sus colaboradores y hablar con aliados europeos, incluyendo los lÃderes de Gran Bretaña, Francia y Alemania.
Y ayer antes de su conversación con Putin, Biden habló con el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, a quien declaró el compromiso de Estados Unidos con la alianza militar fundada hace décadas como baluarte contra la Unión Soviética.