Un gran número de mujeres en México salieron el sábado a las calles en pro del derecho al aborto, lo que destaca la intensificación de las movilizaciones en América Latina para conseguir el levantamiento de algunas de las leyes más estrictas del mundo contra la interrupción del embarazo.
Las acciones para reducir las restricciones al aborto han surgido en toda la región en los últimos años a medida que las sociedades se vuelven más liberales y la Iglesia católica pierde influencia ante los escándalos de abuso sexual cometidos por integrantes del clero.
Ciudad de México, Cuba y Uruguay son los únicos lugares en la región donde las mujeres pueden abortar durante las primeras 12 semanas de embarazo sin importar las circunstancias.
La semana pasada, legisladores del estado sureño de Oaxaca votaron a favor de permitir el aborto voluntario, mientras que el sábado, los manifestantes en Ciudad de México exigieron la despenalización del aborto a nivel nacional.
“El patriarcado se va a caer”, coreaban en la marcha.
La mayoría de las participantes se comportaron pacíficamente aunque un reducido número escenificaron incendios y actos de vandalismo. Policías y bomberos sofocaron los incendios.
De acuerdo con el Instituto Guttmacher, un grupo de investigación que apoya el derecho al aborto, 97% de las mujeres en América Latina y el Caribe vive en países con leyes que restringen el aborto. Seis países _República Dominicana, El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua y Surinam_ no permiten la interrupción del embarazo bajo ninguna circunstancia.
El instituto calcula que 6,5 millones de abortos inducidos tuvieron lugar en América Latina y el Caribe entre 2010 y 2014. Esto se traduce en una tasa de 44 por cada 1.000 mujeres en edad reproductiva. Cerca de 760.000 mujeres en la región son atendidas cada año debido a complicaciones de salud derivadas de abortos inseguros.